viernes, 28 de noviembre de 2014


 
La queja es un coro. Las cosas en México están mal. El país va en la dirección equivocada. No sólo lo dicen las encuestas. Son las voces de millones de mexicanos. Basta oírlos.
Pero la pregunta es ¿dónde están los indignados en México? ¿Dónde están esos jóvenes mexicanos dispuestos a plantarse en el Zócalo y en todas las plazas del país hasta que las cosas cambien? ¿Dónde están los mexicanos que -después de gritar "ya basta" de pobreza, desempleo, violencia, inseguridad y falta de oportunidades- presionan y presionan a los gobernantes hasta que las cosas cambien? ¿Dónde?
He estado siguiendo muy de cerca las rebeliones de la "primavera árabe" en Túnez, Egipto y Yemen, entre otros países, y el movimiento de "los indignados" en España, Francia y Grecia. Son, en su mayoría, jóvenes que están provocando un cambio.
Organizados a través de Twitter y Facebook los jóvenes árabes han derrocado dictadores y destruido regímenes autoritarios. En el caso de los europeos, están obligando a las autoridades a rendir cuentas, a presentar resultados concretos de sus demandas y a adelantar elecciones. ¿Por qué no pasa eso en México cuando tenemos más quejas y más asesinados que los españoles?
Las marchas por la paz -y ahora la "ruta del dolor"- organizadas por el poeta Javier Sicilia y los juicios públicos hechos por los padres de las víctimas de la Guardería ABC son un maravilloso ejemplo de la fuerza de la gente. Pero mi frustración con estas masivas manifestaciones de inconformidad es que, después de realizadas, no pasa nada. Nada.
Las cosas siguen igual. El presidente Felipe Calderón sigue sin cambiar su fallida y mortífera estrategia contra el narcotráfico. Los asesinados se amontonan unos sobre otros. Y muchos de los responsables de la muerte de 49 niños en la guardería de Hermosillo en el 2009 siguen libres. Todo sigue igual. Las protestas ciudadanas, aparentemente, no tuvieron ningún resultado concreto.
Y por eso la indignación sigue, peligrosamente, creciendo.
Es indignante que el presidente Calderón no quiera cambiar una estrategia antinarcóticos que ha costado 40 mil vidas. 2011 puede ser uno de los años más violentos desde la Revolución.
Es indignante que la principal exigencia de los mexicanos a su gobierno ya no sea trabajo, escuela y salud. Ahora piden lo más básico: que no los maten. El Ejército no ha podido. El 57 por ciento de los mexicanos cree que los narcos están ganando la guerra; sólo un 19 por ciento cree que el gobierno gana, según la encuesta de Mitofsky para la asociación México Unido Contra la Delincuencia.
Es indignante que uno de cada dos mexicanos haya sufrido en carne propia un crimen o delito. Son las matemáticas del terror. La cosas empezaron mal. La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México reportó que del 2006 al 2008 hubo aproximadamente "48 millones de víctimas de delitos en todo el país".
Es indignante que una maestra de Monterrey tenga que poner en el piso a sus niños de kínder y mantenerlos ahí cantándoles para que no los mate una bala perdida en un tiroteo.
[…]Es indignante que el principal encargado de la economía en México, el precandidato presidencial y secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, diga que "hace mucho que México dejó de ser un país pobre" y que con unos 550 dólares al mes una familia mexicana puede pagar casa, coche y colegiatura. El Tecnológico de Monterrey calcula que en México hay 54 millones de pobres. Unos, sí, se van a Estados Unidos; es la válvula de escape a la indignación. Pero la mayoría se queda.
Es indignante que haya tantos ex presidentes, tantos ex gobernadores y tantos ex funcionarios priistas que vivan como millonarios a pesar de haber tenido casi toda su vida puestos y salarios públicos. Es indignante que muchos de ellos no estén en la cárcel y que ni siquiera hayan rendido cuenta de sus ganancias y del uso de partidas secretas.
Es indignante que los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo ahora se quieran hacer pasar por "demócratas" cuando cada uno de ellos fue elegido a dedazo y de la manera más fraudulenta y autoritaria. La comisión Nacional de Derechos Humanos de México reporto que de 2006 a 2008 hubo aproximadamente “48 millones de víctimas de delitos en todo el país”. […]
Es indignante que con tanta indignación no haya un movimiento de indignados en México.
Sé -porque conozco a muchos y soy uno de ellos- que México está lleno de indignados. Están dadas todas las condiciones para un masivo movimiento ciudadano, no violento, que cimbre al país y haga temblar a sus inefectivos gobernantes. [...] A veces tengo esa sensación de que algo está a punto de brotar o de explotar en México. La "primavera mexicana" puede ser en otoño o invierno. Falta la chispa.

¿Dónde están los indignados en México? Por ahora, en su mayoría, en sus casas y en sus oficinas, no en las plazas y en las calles. Y así no viene el cambio. El cambio en México viene de abajo para arriba. Pero mientras los indignados mexicanos no actúen, no exijan, no desenmascaren a sus gobernantes, no protesten, no pregunten, no desmaquillen a México, no incomoden, no propongan...nada va a cambiar.

Jorge Ramos.  “¿Y los indignados de México? “

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¿Qué pedirías  para ver un México mejor y por qué?
R= Pediría y exigiría un cambio económico en el país una mejora de empleo y una mejor paga, para que el país pudiera ser autónomo y crear más empresas e ingresos nuevos a nuestro país, además de la modernización tecnológica a nuestra sociedad, una mayor tanda de escuelas y una sociedad cultural más basada en el cambio del país, que se fomentara el respeto entre jóvenes una mayor atención policial que no callera en la corrupción y normas que cambien al país para su aumento cultural y social además de la cultura de limpieza en el país, el cambio de preciosos y el mejor pago para una sociedad más inversionista en el cambio y su modernidad.
¿Qué poder crees que tienen los jóvenes para construir un país mejor y por qué?
R= Son  el principal factor para cambiar a nuestro país, ya que son los jóvenes a progreso de ser nuevos líderes en este país mexicano, ellos son los que toman la decisión de cambiarlo o continuar con esta sociedad mediocre en  la que se vive actualmente, es principal y prioridad tener una mente de cambio que remueva y fomente una sociedad nueva basada en la modernización y progreso de este bello país que es México todo está en las manos de nuestros jóvenes futuros a cambiar este país.
Actividades que podríamos realizar y que están en nuestras manos para generar un cambio positivo en el país:
1-.Fomentar en los jóvenes una idea de cambio a nuestra sociedad y la idea de un mejor país, así mismo de superación en cada proyecto que se propongan.
2-. Enseñar a los jóvenes el respeto obligatorio y disciplinario a las normas y leyes de respeto que fomenta nuestro país, ayudando a generar una sociedad enriquecida en respeto y cultura moral.
3-. Fomentar en los jóvenes una idea emprendedora y el trato al pago justo, para generar un sociedad de conocimiento económico social.
4-.  Mostrarles a los jóvenes que nuestro país no es un lugar sucio ni de mala cultura y que mucho menos un país que no esta enriquecido en cultura, sino que es por culpa de la sociedad actual genera y contamina y arruina los paisajes y lugares turísticos de este hermoso país y mostrarles que somos la sociedad de cambio que  puede cambiar cultural y turísticamente este país para ser un lugar bello y hermoso.
5-. Y por ultimo ayudar a guiar a los jóvenes mostrándoles un buen camino y fomenta en ellos y ayudando a mostrarles el cambio que generaría todo esto en nuestra sociedad y por supuesto guiarlos a conllevar una vida y un empleo sano y no buscar la opción mas fácil o la mas simple y guiarlos a lo que necesitan y lo que en verdad  quieren para tener jóvenes que amen su trabajo, su familia y lo que hacen y se han personas felices asiendo lo que aman y lo que quieren, cambiando por completa esta sociedad mexicana.

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